martes, 15 de septiembre de 2009

Autonomía Universitaria

El problema es que cuando se habla de Autonomía estamos evaluando 3 conceptos diferentes:

1.- Lo que se supone que es la Autonomía.
2.- En lo que se ha convertido la Autonomía
3.- Lo que cada quien quisiera que fuera la Autonomía.

Y como verán el tercer concepto implica que existen muchos conceptos particulares más.

La Autonomía Universitaria se supone que es el modelo último y real de la Universidad. Es la posibilidad de auto gobierno y toma de decisiones sin responder a los intereses particulares de gobiernos, empresas, ni otros que no sea la comunidad académica, en búsqueda de desarrollar nuevo conocimiento, y de esta forma responder al conocimiento mismo para ser aplicado y brindar nuevas herramientas a la sociedad. Para asegurar estos principios la Autonomía posee ciertas características, para unos son algunas, y para otros algunas más, pero lo cierto es que son indispensables la autonomía de cátedra, de forma que el cuerpo docente pueda transmitir el conocimiento que crea necesario y no el que convenga a ciertas personas o fuerzas. Luego viene la autonomía económica, porque si los cobres los pone alguien, entonces ese alguien seguro los invertirá en lo que prefiera, o para darte más sera mejor que investigas más de esto o de aquello. Esta la autonomía de territorio y de administración, para que la comunidad decida como usar estos recursos, humanos y materiales, en investigación, desarrollo y extensión. Aquí quisiera hacer una pausa para explicar la extensión, porque sin duda es hoy la labor más importante de la Universidad, para algunos por su carácter social, para otros por sus posibilidades políticas, para otros porque es una entrada de recursos. La Extensión Universitaria, es la aplicación del conocimiento desarrollado y transmitido en las aulas de clases hacia las comunidades externas a la Universidad, de esta forma no solo se ponen en practica estos conocimientos, también se cumple uno de los roles fundamentales de la Universidad Autónoma: generar y desarrollar el conocimiento donde se le necesita, en la sociedad.
La última característica fundamental de la Autonomía es la de gobierno, es decir, la posibilidad que tiene la misma universidad de elegir a sus autoridades, lo que supone que la misma universidad en base a sus necesidades en la investigación, desarrollo y extensión del conocimiento, elige a aquellos que la guiarán por el camino de la iluminación, en lo que se supone debería ser; La Universidad somo la antorcha de los pueblos en la oscuridad.

Entonces, resumen, la autonomía es darle el poder a la Universidad de elegir su propio destino, y que ésta, como el encuentro de las corrientes de pensamientos, de las necesidades de las diferentes clases sociales, de las diferentes razas, religiones y culturas, desarrolle el conocimiento más plural posible, al servicio de la gente y no de poderes ni poderosos. En teoría.

Entonces si esa es la teoría, como es la práctica? porque en teoría en Irak habían armas nucleares, en teoría Chavez iba a acabar con los niños pobres en las calles, en teoría facebook no iba a durar mucho y Federer le iba a ganar a Del Potro.

En la práctica el acceso a las Universidades lo tienen muy pocos, sobre todo de clases sociales privilegiadas, en la práctica las universidades autónomas se han convertido en el castillo de académicos que cumplen el mínimo de horas como docentes para poder hacer investigación y llenar su currículum de "papers" sobre teoremas, fórmulas y ecuaciones con sus apellidos, que sirven para alimentar el ego, y no los estómagos de 15 millones de venezolanos en pobreza. La Autonomía se convirtió en el resguardo de maleantes con certificados de estudiantes, que en vez de ir a clases, hacen negocios con cupos, y aunque cualquiera diría que las universidades luchan contra eso, lo que vemos es una Autonomía complaciente, en la que los decanos y directores de departamentos son cómplices. Después de todo, nadie se queja si le dan de la torta que solo pocos pueden comer.

Tampoco es que todo sea un infierno, la Autonomía también se convirtió en la única garantía de que existan espacios de libertad en un país de presos, presos del alto costo de la vida, presos de la delicuencia, presos de leyes absurdas, presos de la opresión de una policía y un ejercito, que en vez de cuidarnos del hampa y la muerte, nos meten droga en los carros y bolsillos, nos asustan, y luego nos piden dinero a cambio de no meternos presos o ponernos una multa, que en vez de protegernos, nos caen a bombas y perdigones cuando exigimos nuestros derechos, y los de ellos también.
La Autonomía convirtió a las universidades en uno de los pocos espacios de libertad para soñar un mejor país, y hacerlo realidad, convirtió las universidades en un lugar donde cada tantos días cualquiera se siente héroe, se siente un genio, o un flojo, flojo pero feliz, en un visionario, cualquiera se siente libre de ser quien quiera ser, y de pensar y hacer lo que quiera hacer. Y algunos afortunados tienen la oportunidad de darse cuenta que esa libertad se puede vivir fuera del campus, y dentro del país. Bendita sea la Autonomía Universitaria por darnos a esos afortunados pendejos, que no saben el lío en que se metieron, Ojalá valga la pena.

Si algo bueno se ve hoy, es que hay muchos profesores, estudiantes, obreros y empleados administrativos que aprovechan la autonomía, donde la hay, para ejercer el verdadero rol de la Universidad. Uy, pero acabo de mencionar un tabú de la autonomía: los obreros y empleados administrativos. Aunque es un tema para escribir un libro entero, no puedo dejar de mencionarlo. Es muy fácil para algunos decir: Los obreros no deben votar porque ellos son asistentes en un espacio donde el conocimiento lo manejan estudiantes y profesores. Pues para que participen hay que demostrar 3 cosas; primero que hay obreros que merecen votar, segundo que no hay peligro en que todos los obreros voten, y por último, que los empleados merecen el voto al igual que profesores y estudiantes.

Demostrar el primer y tercer punto no es complicado, lo complicado es el segundo, y los invito a detenerse un rato y pensar en estas tres cosas. Luego viene la discusión del voto paritario, los votos de los profesores jubilados y de los estudiantes egresados. La Autonomía afortunadamente es un principio aun abierto a debate.

Pero como no voy a soltar todo lo que pienso en una sentada, quiero pasar al punto que más me interesaba desarrollar; Lo que cada quién quisiera que fuera la Autonomía. Obviamente aquí entra desde el obrero que quiere votar, hasta el presidente que quiere controlar, pasando por mi papa, tu vecino y el ministro de educación superior. Pues yo les voy a decir lo que a mi me gustaría que fuese la Autonomía Universitaria: Me gustaría que no tengan que decretarla para vivirla, me gustaría que todas las universidades la alcanzaran, y que se usara para darle más poder al estudiante, que sin duda ya demostró tener una conciencia colectiva mucho más elevada que la del docente, que sirviera para darle mas fuerza a los proyectos pequeños que logran grandes cosas. Me gustaría que la palabra Autonomía se acompañara de la palabra responsabilidad, y con ella podamos luchar para extirpar los tumores que arrastramos del modelo de Universidad del siglo pasado, donde el dueño monopolizador del conocimiento era el profesor, y la nueva universidad fuera aquella donde el conocimiento esta en todos lados esperando por ser descubierto por cualquiera. La Autonomía debería ser una responsabilidad, especialmente para los estudiantes, de entender que la Universidad en Venezuela es una oportunidad que no todos tienen, y la Universidad Autónoma Responsable es oportunidad para aun menos personas, y somos los que estamos en ella los encargados de desarrollar todo el conocimiento para ayudar a aquellos que más lo necesitan, que debemos ser humildes y entender que hay otros que con menos formación académica sostienen una familia y salen adelante, y debemos aprender de ellos. La nueva Universidad debería tender la mano, y no para aparentar tener pertinencia social, como algunas empresas con su responsabilidad social empresarial, que por un lado dicen que ayudan, pero por el otro explotan al trabajador, con una mano te soban y con la otra te dan con un bate. La Universidad debe ser sincera en su misión de ayudar, y eso significa que no es un rol exclusivo de autoridades y profesores, la Universidad es en su gran mayoría estudiantes, para aquellos compañeros que no lo vean así váyanse a una privada sin planes sociales, o a estudiar al exterior, y para los profesores que tampoco se han dado cuenta quien lleva la batuta, los estudiantes, o el...... den espacio para que participemos, den apoyo a nuestros proyectos, el país, y los estudiantes no son lo mismo que hace 10 años, no fue que despertamos hace 6 meses. Para quien no se ha dado cuenta, esta generación no creció en un país rico y bello, esta generación creció en un país de golpes de estado, en un país de policías reprimiendo buhoneros, creció en un país donde pa dentro ves un nintendo e internet, y pa fuera vez rancho y rancho, crecimos en un país de robos y amigos muertos, de familias que se van, esta generación no creció en un país donde la violencia la vez en el televisor, no despertamos de un día para otro, venimos creciendo así, solo que al fin llego el momento en que maduramos suficiente para hacer algo.

Entiendan, profesores y papas, entienda señora de Prados del Este y del Cafetal, entienda Señor de la corbata, del tremendo negocio, del que quiere que su hijo gane dinero y ya, entiendan que crecimos en un país diferente al de ustedes, leche que se llama igual, la gasolina y la caña aún es barata, pero de resto diferente, y tan diferente ese país al otro, como diferente somos nosotros a ustedes. Nos tocó aprender diferente, y como el país es diferente nos toca hacerlo diferente, y entonces la Autonomía tiene que ser diferente. Disculpe y con todo el respeto del mundo profesor, usted no esta para este juego, dejenos a otros trabajar. La Autonomía nueva en Latinoamérica NECESITA que el nuevo protagonista sea el estudiante.

Ojala a muchos les guste, y a muchos otros no, después de todo para eso es la Universidad, para que pensemos diferente.

Dedicado a los rectores de la USB, que con sus aciertos y desaciertos me han enseñado que puedo pensar diferente, y no significa que luchamos por cosas distintas.

Boris Elneser